martes, 27 de mayo de 2008

EL GOL DE GRILLO A LOS INGLESES, LA OBRA MAESTRA



Dentro de la gran galería de goles inolvidables, existe un lugar de privilegio para la obra maestra construida hace 55 por el talento de Ernesto Grillo, quien ante Inglaterra, en 1953, inauguró el mito de un clásico de selecciones con una conquista magnífica.

Peleándole un lugar en el sitial del Olimpo del fútbol a la jugada magistral de Diego Maradona ante los ingleses en 1986, aquel gol que en su momento se llamó "imposible", marcó un hito.

El 14 de mayo de 1953, el "pelado" Grillo logró el empate parcial ante los "inventores del fútbol" y produjo el génesis de un triunfo memorable --histórico para el deporte argentino—que determinó que esa fecha pasara a recordarse como "El día del futbolista". Nadie que haya vivido en carne propia esa jugada prodigiosa del delantero de Independiente pudo imaginar como finalizaría la acción que Grillo inició en la puerta del área inglesa, por el sector izquierdo del ataque argentino.

El puntero recibió el balón de su compañero Carlos Lacasia, ubicado en la media luna del área, y con un pique corto, mezclado con engaños y amagues --un cóctel típicamente sudamericano—dejó fuera de acción a dos ingleses (Wright y Barlow), ya dentro de la "zona caliente" de la defensa rival.

Pero esta acción lo llevó a que quedara muy pegado a la raya, y desde allí encaró hacia el arco, en un ángulo muy cerrado. El argentino encontró un nuevo escollo en su camino, el defensor Barras, que se le tiró a sus pies, sin suerte.

A pesar de eludirlo, ya dentro del área chica, Grillo se encontró con el arco en difícil posición para definir, y con media defensa inglesa sin poder hacer nada.

El arquero visitante --Paul Ditchburn-- dio un paso adelante esperando un centro y cerrando más aún el ángulo de disparo –la lógica hacía pensar esa jugada-- pero Grillo tenía otros planes: súbitamente el delantero sacó un remate exquisito de su pierna izquierda e introdujo el balón entre el arquero y el poste, un sitio impensando, con una precisión sorprendente.

El gol se anticipó en 33 años a la maravilla construida por Maradona en los cuartos de final de la Copa del Mundo de 1986 y fue también el primer capítulo de un clásico del fútbol internacional que esta vigente hasta la fecha.

Las 85 mil almas que ese día feriado habían colmado la cancha de River Plate estallaron en un grito ensordecedor y la ovación que siguió al festejo se extendió por varios minutos.

En la primera fila de una platea improvisada sobre el campo de juego se ubicó el presidente Juan Domingo Perón que festejó como un hincha más.Los hinchas tenían un especial interés en este choque: era el primer desembarco de un equipo europeo en tierras argentinas después de muchos años, y además era una revancha esperada a la derrota sufrida en 1951, en el mítico Wembley, por 2 a 1.

El entrenador nacional, Guillermo Stábile, armó para ese trascendental partido una formación que tenía la delantera completa de Independiente --en su primera presentación oficial con la "celeste y blanca"-- compuesta por: Rodolfo Micheli, Carlos Cecconato, Lacasia, Grillo y Osvaldo Cruz, y una defensa y media línea mixturada entre jugadores de Boca y Racing.

Así el arquero fue Julio Musimessi , Pedro Dellacha y José García Pérez, ambos zagueros de Racing; Francisco Lombardo, el capitán, Eliseo Mouriño, de Boca, yErnesto Gutiérrez, de "La Academia".

El golazo de antología, convertido por Grillo a los 42 minutos del primer tiempo, fue el empate tras la apertura del marcador obtenida por un cabezazo del delantero inglés Taylor, en los instantes iniciales del choque.

Ya en el segundo tiempo, Micheli aumentó el tanteador a 2 a 1, y a los 33 minutos nuevamente Grillo, en una tarde excepcional, conquistó el tercer gol argentino que desató la locura de los hinchas en el estadio Monumental.

Cuatro días después, se había programado un nuevo encuentro, y esta vez, entusiasmados por la actuación del equipo 91.397 Personas --una cifra récord-- pagaron su entrada para ver el partido, que finalizó sin goles, tras suspenderse a los 23 minutos de juego, a raíz de la intensa lluvia que cayó aquella tarde sobre la ciudad de Buenos Aires.
ROB/

SUPERCLASICO, UNA PASION ARGENTINA QUE CUMPLE 95 AÑOS



Van camino al centenario, junto al latir de una nación que se apresta en ese trayecto a festajar sus 200 años de vida. Boca y River, dos pasiones genuinas de los argentinos festejan en este 2008 los 95 años del primer choque emblemático.

Fue el 24 de agosto de 1913 en la vieja cancha de Racing Club, donde por los disputadísimos campeonatos amateurs de la época se vieron las caras por primeras vez los dos clubes nacidos en el sueño inmigrante de la Ribera del Riachuelo.

Durante muchos años algunos historiadores fijaron como fecha inicial un años después, agosto de 1914, como primer superclásico en un error que Asteriscos.Tv no avala y que sólo puede justificar como enumeración como el partido que puede haber dado inicio a la pasión de eternos rivales.

En ese encuentro que se jugó el 14 de agosto de 1914 empataron en la cancha de Boca 0 a 0 y se produjo luego de finalizar el partido la primera pelea entre hinchas cuando los de River le robaron a los boquenses una bandera.

Hubo corridas, persecución policial a caballo y promesas de “venganza” en el próximo encuentro. Ya se ve, nada es nuevo bajo el sol.Hay un antecedente centenario, las crónicas de la época relatan que el primer choque entre los clubes de barrio fue el 2 de agosto de 1908 en un partido amistoso que se disputó en la vieja cancha de madera de Boca en la Dársena Sur y favoreció a los locales por 2 a 1.

En tanto, el primer partido oficial en primera división se jugó el 24 de agosto de 1913 cuando la Argentina se colmaba de movimientos sociales y anarquistas y ya llevaba tres años festejando el centenario.

River ya había llegado a la primera en 1909 tras eliminar en la final del ascenso a Racing y debutar derrotando a Alumni, el club poderoso de los primeros años del fútbol local.

Por su parte, los “xeneizes” llegaron al fútbol grande en 1913 y debutaron también con un destino de grandeza la superar en la fecha inicial la poderoso Racing, La Academia, uno de los equipos más maravillosos de la historia del amateurismo.

El primer choque entre Boca y River fue en la disputa de la sexta fecha del campeonato amateur que tenía un extenso fixture con más de 40 equipos que daban vida a un deporte que crecía piramidalmente como pasión.

River tenía como club 10 años de vida mientras Boca ocho, y todavía eran vecinos de barrio ya que el club de la banda roja recién se mudó a Alvear y Tagle una década después.

El partido entonces favoreció a River –que jugó con la camiseta de rayas verticales rojas y blancas-- 2 a 1 con goles de Cándido García y Ámela Pereyra, mientras que Marcos Meyer descontó para Boca que fue local en Avellaneda.Aquellos primeros héroes que vistieron la casaca de Boca y River fueron los siguientes: Boca Juniors: Virtu Bidone; Garibaldi y Lamela; Valentini, Vergara y Elena; Calomino, Romano, Mayer, Taggino y Abbatángelo.River Plate: Carlos Isola; Arturo Chiappe y Pedro Calneggia; Simmons, Cándido García y Puruzzi; Galeano, Ameal Pereyra; Penney, Roldán y Fraga Patrao.
rob/