lunes, 21 de enero de 2008

FOREMAN, EL REY DE LOS PESADOS


El mundo se sorprendió, y hasta podríamos decir que no estaba preparado para ver la caída de un grande como Joe Frazier y el ascenso vertiginoso de un nuevo campeón del mundo de los pesos Pesados como George Foreman.
Aún resuenan en el aire de la capital de Jamaica, Kinsgton, los mandobles del joven Foreman, de 24 años, que en apenas cinco minutos de combate destrozó la humanidad de un héroe del ring como era Frazier, aquella fantástica noche del 22 de enero de 1973.
Sin respiro, con dos caídas en la primera vuelta y tres en la segunda, Foreman, quien en 1968 habría sido medallista olímpico de los Estados Unidos, destrozaba la humanidad del “Gran Joe” y hacía saltar la banca de las apuestas que antes del combate favorecían al hijo dilecto de Filadelfia por 3 a 1.
El favoritismo no era casual hace 35 años, Frazier era un respetado campeón Mundial que un año y medio antes revalidó su título al vencer en la una pelea inolvidable a Muhammad Alí y que hacía esta defensa opcional ante el gigante Foreman al no haber arreglado la bolsa para combatir con Cassius Clay por segunda vez.
La noche del 22 de enero de 1973, el mundo descubrió que todo había cambiado en los pesos completos, un poderoso nuevo campeón nacía para meterse como cuña entre los grandes Frazier y Alí y aspirar así ser un nuevo rey por mucho tiempo.
El triunfo de Foreman no impidió la revancha entre Ali y Frazier –un año después en Manila, Filipinas—en una pelea eliminatoria para desafiar al nuevo campeón y que fue un hito inolvidable en el boxeo mundial.
Y así, el reinado de Foreman que parecía eterno por la potencia aniquiladora de sus puños, tuvo un abrupto final en el histórico combate contra Ali en el Zaire, en octubre de 1974, donde el legendario Clay le dio una lección de boxeo al campeón mundial y lo sepultó en el olvido.
Hoy, a 35 años de su consagración, y a 34 de la derrota con Alí, con sonrisa cómplice, Foreman sostiene sus sospechas que fue “drogado” antes de ese combate para no rendir como era habitual, una idea que sol él puede defender ante las imágenes de un Alí netamente superior desde la estratégico para ganar la batalla más imponente del siglo XX.
Sin embargo, el “pequeño George” dejó de ser el malo de la película y tuvo su revancha personal cuando en 1994, a 21 años de su consagración, con 45 años. Se coronó como el campeón mundial más veterano de los Pesados al vencer a Michael Moorer, ya en una época de devaluación de reinados múltiples en la máxima categoría.
Con otro humor, mucho más carismático desde su nuevo rol de pastor evangelista y convertido en un millonario vendedor de artefactos de cocina, Foreman festeja a los 58 años un aniversario más de su consagración, con el sueño de seguir jugando a subir al ring, como un chico total los grandes ya no están.

ROB/

No hay comentarios: